Amsterdam es la ciudad de los organillos, pero Èstos tambiÈn se pueden ver en otras ciudades holandesas. Este instrumento musical confiere una nota alegre al centro de Amsterdam. Antes los organillos se manejaban a mano, haciendo girar una rueda especial. Hoy su funcionamiento suele ser mec·nico y el organillero dispone de todo el tiempo del mundo para pedir con su bote un donativo a los transe˙ntes.